“A ustedes les basta decir sí o no” (Mt.5,37a)
Arquidiócesis de Sucre/13/Junio/2020/Aniversario LXIV U.E.F. San Juanillo//.- Amada Iglesia, celebramos hoy la fiesta de San Antonio de Padua, hombre que supo decir sí a Dios; nos regocijamos esta fiesta de la Iglesia y la Orden Franciscana, pero también nos unimos a la alegría de celebrar los LXIV años de vida de la obra de Dios: Unidad Educativa Franciscana San Juanillo, gracias a la generosidad y confianza en la Providencia de un hombre que supo decir sí: Fray Leonardo Ibañez O.F.M.
Hace 64 años atrás el Padre Leonardo Ibañez O.F.M. conmovido por la fragilidad de las gentes de esta zona, no solo por las condiciones de vida en las que se vivía sino ante todo porque comprendía que trabajar por una vida más digna, más humana pasaba por realizar todos los esfuerzos en abrir caminos de aprendizaje y progreso. La escuela que tuvo a bien fundar no solo educó según el plan educativo básico, sino que también educó en aprendizajes técnicos de manera que los estudiantes puedan pronto incorporarse a la vida laboral y salir honradamente de la pobreza.
Una educación integral ha sido siempre el sueño de Dios en su Iglesia y se ha servido de la mano de este gran hombre para hacerlo: El conocimiento despertará y nutrirá el intelecto; el deporte fortalece y empujará a vivir el encuentro; una educación que trabaja las manos para habituarla y corresponder en justo tiempo al trabajo que dignifica; desde luego una educación que cuida el corazón, que acompaña a las personas y les ayuda a descubrir el Don que Dios ha puesto en sus vidas. La obra educativa estará acompañada por la protección de San Antonio (en esta zona de San Juanillo, por cuyo lugar lleva nombre el Colegio); quien transite por sus aulas comprenderá que su camino es vivir a Dios, en comunión con toda la creación, cercano a los hermanos, siendo luz de esperanza allá donde se encuentre.
La obra crece y los Padres Franciscanos deben dejar la Administración del Colegio a las Señoritas Lourdes; ellas acompañarán la vida del Colegio en la misma línea educativa en la que fue fundada, pero es breve su tránsito por el colegio.
Dios que empieza una obra jamás la deja inconclusa; en su infinito Amor ha querido que las Hermanas Misioneras de la Providencia tomen la responsabilidad de continuar la labor. Isabel Muñoz, Maria del Carmen Pozo, Maria Teresa Notario; tres grandes religiosas que han sabido decir sí a Dios y que su Gracia han engendrado toda una historia.
Nuestras tres primeras Directoras, Misioneras de la Providencia, no solo han trabajado por la educación; han sabido también despertar y enriquecer la experiencia de Dios en muchas vidas. Hoy dos de ellas nos esperan en el Seno del Padre pero también nos acompañan en nuestra labor; por esto y más sus nombres se hallan ya grabados en muchos corazones.
De la mano de las Religiosas “Misioneras de la Providencia”, nuestros ojos son testigos de los cambios que se han realizado desde los humildes inicios de esta obra del Padre. Con humildad y gratitud hemos de agradecer a Dios porque ha querido dar a los hijos de esta zona una educación privilegiada, no solo por su talleres de formación técnica y sus aulas virtuales (el acceso a la tecnología jamás ha sido ajena a la formación de los estudiantes de este colegio), sino sobre todo porque ha sabido despertar y acompañar el compromiso de ser personas dispuestas a compartir la vida con alegría y en actitud de servicio y que confiados a la Providencia del Padre son para la humanidad lugar de encuentro y motivo de esperanza.
En Dios la vida permanece y sabemos que a su tiempo seguirá dando frutos ya que toda semilla puesta por Él se buena. Hoy nos toca hacer el trabajo de cuidar lo sembrado, acompañar lo crecido, preservar el terreno, planificar el futuro y en gratitud y alegría dar Gracias al Dios de la vida por la oportunidad de contribuir haciendo todo el bien posible para su mayor Gloria y una vida cada vez más digna de la humanidad que nos ha tocado acompañar.
En estos LXIV años, FELIZ ANIVERSARIO UNIDAD EDUCATIVA FRANCISCANA SAN JUANILLO; que seamos para el mundo instrumento de la mano Providente del Padre que abrasa el espíritu, que cuida, acompaña y anima el caminar de sus hijos. BENDITOS SEAN LOS EDUCADORES QUE HAN PASADO Y AQUELLOS HOY SON PARTE DE SU OBRA PROVIDENTE.