Monseñor Juárez: “Esa luz que se esconde al final de cada túnel…”
Reflexión en el 195° Aniversario de la Independencia de Bolivia
Queridos hermanos y hermanas:
Frente a la situación conflictiva que estamos viviendo, debido a la pandemia que nos acecha, así como a los bloqueos y paros que nos rodean, me gustaría que, al estar en la víspera de celebrar un aniversario más de la independencia de nuestra querida Patria, en el que entonaremos las notas del Himno: “…morir antes que esclavos vivir…”, dirigirles un saludo de felicitación. Aunque no tengamos mucho que celebrar, al menos podemos dar gracias a Dios por el don de la vida, por el don de la salud, de la familia, de la fraternidad.
En este aniversario es importante pensar que todo boliviano que ame a su querida Patria, ponga su hombro para buscar, en estos momentos duros, una salida que pueda darnos la paz, la tranquilidad y la serenidad que todos deseamos.
Hoy se habla mucho del diálogo para resolver los conflictos actuales. Pero no basta llamar a un diálogo sin más. Hay que invitar a las partes, tanto del Gobierno como de los movimientos sociales, para que reflexionen sobre el hecho de que para hacer viable un diálogo hay que tener en cuenta:
- ¿Qué temas, qué asuntos, se van a tratar?
- ¿Quiénes van a ser los participantes?
- ¿En qué lugar se va a realizar este diálogo?
- Es necesario un verdadero examen de conciencia para deponer actitudes beligerantes.
- Y, finalmente, sentarse a la mesa de diálogo sin prejuicios, sin soluciones ya preconcebidas…
Hay que saber dar, hay que saber recibir, porque la cuerda tensa se rompe. Y por eso, en el diálogo hay que tener ese desprendimiento, esa capacidad para pensar en el bien común, en el bien de los hermanos, no en el bien particular mío, de un grupo, de un partido, de una asociación…. No, hay que pensar en el progreso y el bienestar de todos los bolivianos.
Cuando se inicia el diálogo es imprescindible que reconozcamos nuestras debilidades, nuestras limitaciones. A pesar de que seamos inteligentes y bien formados, debemos acudir a Dios, nuestro Padre, para que su espíritu de sabiduría, de discernimiento, acompañe a las partes que van a buscar el progreso de nuestra nación.
Ustedes, Gobierno, no pueden decir que la solución pertenece a los movimientos sociales o al Tribunal Electoral Plurinacional. Es un tema que corresponde a todos los que son servidores públicos. Todos están obligados y la Patria se lo premiará si con desprendimiento, con generosidad, con sagacidad, pueden encontrar soluciones a los problemas que estamos viviendo.
No es pensable que, por egoísmo o intereses partidarios, nuestros hermanos mueran. No es justo que estos bloqueos impidan que lleguen a los hospitales los elementos que se necesitan para cuidar la salud. Es por eso que no pensemos ahora tanto en la fecha de las Elecciones, sino que estemos abiertos porque todos queremos tener un Gobierno que pueda ser legitimado por el voto popular. Por eso busquemos los momentos más adecuados para que estas Elecciones, queridas por todos, se lleven a cabo.
No olvidemos que las leyes están al servicio de la persona y no al revés. Nadie ha pensado que podríamos tener estas dificultades electorales en los actuales tiempos de pandemia. La vida de cada ciudadano es importante para que pueda acercarse a las urnas, libre y responsablemente, y emitir su voto.
Que los próceres que nos dieron la libertad en 1825, nos acompañen en este aniversario con su audacia, con su valentía y creatividad para encontrar esa luz que se esconde al final de cada túnel.
Que el Señor los bendiga y… ¡¡ FELIZ 6 DE AGOSTO !!
+Jesús Juárez Párraga, SDB
Obispo Emérito de Sucre
[Imagen: Correo del Sur]