«Nadie se animaba», así que la Iglesia convocó al diálogo, cuenta José Fuentes
El secretario adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), padre José Fuentes Cano, contó que durante la crisis había conciencia de la necesidad de dialogar, pero nadie se animaba a convocar a la mesa de conversación. “Así que, como Iglesia, decidimos ser los convocantes”, dijo.
Fuentes participó en el diálogo. En entrevista con Página Siete comenta algunos detalles de ese proceso.
Además de la Iglesia, los mediadores fueron la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas. El resultado del diálogo fue la promulgación de la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para elecciones generales de 2020.
¿Cómo recibieron las partes a la Iglesia Católica como “mediador”?
Hemos evitado expresamente la palabra mediador. Nos hemos presentado como facilitadores.
Había conciencia de la necesidad de dialogar, pero nadie se animaba a convocar. Así que, como Iglesia, decidimos ser los convocantes. Siempre dijimos que son los políticos los protagonistas. Nosotros simplemente facilitamos el diálogo.
¿Qué comisiones se instalaron y qué objetivos tienen?
Las mesas de diálogo que se lograron instalar son sobre tres temas: pacificación, que tiene que ver con garantías para los actores políticos en respeto a sus derechos; elecciones, de cuyo acuerdo ha salido la ley de convocatoria a las elecciones y Tribunal Electoral, tema que seguramente todavía necesitará la presencia de los facilitadores, porque no es un tema fácil.
¿Cuánto tiempo se prevé para lograr sus objetivos y el objetivo central, pacificar el país?
El país se va pacificando gracias al sentido común de la gente y a que los líderes sociales y actores políticos han sabido poner antes que sus intereses el bien común. Es importante en este momento mirar, no solamente los intereses de un grupo, sino el bien de todos.
El proceso de diálogo tiene ejemplos admirables de esta capacidad de consenso y poner primero a Bolivia.
¿Quiénes son los mediadores y los actores políticos clave?
Entre los facilitadores hemos estado cuatro de la CEB: Mons. Aurelio Pesoa, secretario general de la CEB; Mons. Eugenio Scarpellini, obispo de El Alto; Mons. Giovani Arana, obispo auxiliar de El Alto y yo, P. José Fuentes Cano, secretario adjunto de la CEB.
Por parte de la Unión Europea, el embajador León de la Torre; por parte de la ONU, el enviado especial Jean Arnault; por parte de la Embajada de España hemos contado con el embajador Emilio Perez de Ágreda y la Ministra Consejera.
En la parte política hemos contado con los principales líderes de los partidos políticos de Bolivia, exministros del Gobierno saliente, así como los presidentes del Senado y Diputados, y jefes de la bancada del MAS. En el nivel de Gobierno hay que destacar la presencia de los ministros de Justicia, Álvaro Coimbra, y de la Presidencia, Jerjes Justiniano.
Después de la firma del acuerdo, ¿cuáles van a ser los siguientes pasos en el proceso de mediación?
Los actores políticos deben ser maduros para por sí mismos llegar a acuerdos. La Iglesia está dispuesta a servir a Bolivia en esta labor de facilitar el diálogo entre los actores políticos, pero no tiene un programa, sino que espera que la comunidad política sea capaz de mirar por el bien común.
En ese sentido, no hay un programa para el futuro, sino que estamos al servicio de lo que se nos pueda solicitar.
[Fuente: Página Siete / Madeleyne Aguilar / La Paz]