El primer sindicato de trabajadores en Bolivia fue creado por santa Nazaria Ignacia
La monja española, quien vivió en Oruro desde 1912, creó la primera organización sindical una década antes de la Federación de Fabriles y la Federación de Mineros. La COB nació en 1952.
Arquidiócesis de Sucre 01.05.2019//Página Siete//El primer sindicato en Bolivia fue de mujeres. Una monja, hoy la primera santa de Bolivia, creó la organización sindical en el país en 1933. Nazaria Ignacia March Mesa, nacida en España y procedente de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, con sede en México, llegó a Oruro en 1912.
El sindicato de mujeres, que agrupaba a mujeres que no eran ni mineras ni fabriles, era de las amas de casa, de mujeres campesinas llegadas a la ciudad de Oruro y de mujeres del comercio informal, nació una década antes que arrancara oficialmente el sindicalismo en el país: la Federación Departamental de Trabajadores Fabriles de La Paz (FDTFLP) (1941), la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FTMB) (1944) y, mucho después, la Central Obrera Boliviana (1952). La principal entidad, que agrupa a los trabajadores dependientes, fue liderada por cinco históricos dirigentes, todos nacidos de la Federación de Mineros y que marcaron el movimiento sindical boliviano, Juan Lechín Oquendo, Simón Reyes, Víctor López Arias, Édgar (Huracán) Ramírez y Óscar Salas, pero, según sus estatutos tienen que ser mineros y no deben ser mujer, por temas culturales y atávicos, como que una mujer no debe ingresar a un yacimiento minero.
El primer Sindicato católico de mujeres trabajadoras del hogar, creado en 1933 en Oruro (Foto: Carlos Cordero)
(Foto: Iglesia Viva)
El colaborador de la Congregación de Misioneras Cruzadas de la Iglesia y docente de la Carrera de Ciencias Políticas en la Universidad Católica Boliviana San Pablo Carlos Cordero Garraffa explica que Nazaria Ignacia, al dejar la congregación que la trajo a Bolivia, se convirtió en Abadesa del Beaterio de las Nazarenas y comenzó a recorrer los mercados y comercios orureños para fundar en 1933 el primer sindicato femenino en el país.
Los fundamentos de Nazaria
Nazaria Ignacia era una mujer visionaria, según Cordero, se dejó llevar por la encíclica del papa Pío XI Quadragesimo anno, una carta pastoral, promulgada el 15 de mayo de 1931, con ocasión de los 40 años de la encíclica Rerum Novarum (la primera encíclica social de la Iglesia Católica, promulgada por el papa León XIII en mayo de 1891. Describe las condiciones de las clases trabajadoras en el mundo de entonces), de allí su nombre en latín, Quadragesimo anno (en el cuadragésimo año). La carta trata sobre la restauración del orden social y su perfeccionamiento en conformidad con la ley evangelizadora y está dirigida a los obispos, sacerdotes y fieles católicos. Resume la misma encíclica recordando el modo en que el papa León XIII se hizo cargo del problema de los obreros sin pasar por el liberalismo ni por el socialismo. El papa Pío XI recuerda también los frutos que dio la encíclica: el hecho de que los gobernantes que hubieron de reconstruir el mundo después de la Primera Guerra Mundial se rigieran en cierta medida por los principios enunciados por la Rerum Novarum, la mejora de la situación de los obreros y las líneas dadas sobre sus asociaciones.
¿Por qué creó un sindicato?
Cordero explicó que en ese marco nació el Sindicato católico de mujeres trabajadoras del hogar, de manos de Nazaria Ignacia. La veintena de mujeres que integraba inicialmente el sindicato no eran dependientes de ningún capataz ni empresa pública o privada de entonces, aunque había mucha injusticia que denunciar, pero sóo de su aflicción social. Al estar en una ciudad minera y que era el paso obligado a Chile, tenían la necesidad de ofrecer algunos servicios y para ellos necesitaban capacitarse. La organización fue creada para que sus integrantes puedan organizarse para los cursos de tejidos, repostería, sastrería, peluquería, planchado de ropa y cocina, entre otros.
Cordero cuenta que la experiencia fue replicada en Santa Cruz no como un sindicato, sino como un Instituto María Goretti, dirigido también y con éxito por las hermanas de la Congregación de Misioneras Cruzadas de la Iglesia desde 1957.
Nazaria Ignacia no se quedó con el sindicato de mujeres, que después otros gremios en Oruro crearon sus sindicatos para exigir respeto a sus derechos laborales, pues creó otra obra social, la Olla del pobre, que hoy pervive: almuerzo gratuito que se sirve de lunes a sábado y destinado de manera exclusiva a personas en situación de pobreza. “Hoy como ayer y a dos cuadras de la plaza 10 de Febrero la gente pobre acude para servirse un almuerzo; pagan un precio simbólico de uno y dos bolivianos”, dijo Cordero.
La hermana Joaquina Lozano, del Consejo General de la Congregación de Misioneras Cruzadas de la Iglesia, en España, afirmó que dos características identificaban el carisma de Nazaria Ignacia: su profundo amor por la Iglesia y su testimonio con el Evangelio. “Estamos perdiendo el tiempo si no bajamos a la calle, si no salimos a la realidad, si no vamos donde la gente nos necesita, sobre todo los más pobres”, decía la ahora primera santa Nazaria Ignacia.
Nazaria se dedicaba a los ancianos
Nazaria Ignacia March Mesa nació el 10 de enero de 1889, en Madrid (España), en el seno de una familia obrera. Sus padres fueron José March y Nazaria Mesa. Por motivos económicos tuvieron que trasladarse a México. Allí ingresó a la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. El día de su profesión religiosa tomó el nombre de Nazaria de Santa Teresa. En 1912 como su primer destino fue enviada a Oruro, donde se dedicó durante 12 años al cuidado ancianos.
En 1920, mientras realizaba sus ejercicios espirituales, sintió la vocación de fundar una nueva congregación religiosa, con el fin de portar el estandarte de la Cruz. De esa manera, el 16 de junio de 1925, sale de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y funda la Congregación de Misioneras Cruzadas de la Iglesia, pues en palabras de la misma fundadora, sus religiosas tenían que “emprender una cruzada de amor en torno a la Iglesia”. Su misión específica la desempañaban en las escuelas y otros tipos de actividades pastorales, con una espiritualidad marcadamente ignaciana.
En 1927 profesaron las primeras religiosas y tres años más tarde, Nazaria fue elegida superiora general. Durante su gobierno, ella misma se encargó de difundir la congregación en Bolivia, Argentina, Uruguay y España; en la actualidad la congregación tiene presencia en 21 países de los cuatro continentes.
En 1936 en España, durante la Guerra Civil, fue apresada junto a varias de sus compañeras para ser ajusticiadas por su condición de religiosas. Sin embargo, gracias a la mediación de los consulados de Argentina y Uruguay fueron deportadas. Murió en Argentina el 6 de julio de 1943.
[Fuente: Pagina Siete]