En Diciembre se retomó el Comedor Popular “San Cristóbal” en Sucre
Durante cinco años (2015-2019), y con fidelidad semanal los días sábados, un grupo de voluntarios -jóvenes y adultos-, junto con instituciones eclesiales de la ciudad, hicieron posible un sencillo apoyo a las niñas, niños, adolescentes y adultos trabajadores en situación de calle.
El apoyo, un almuerzo en el que no faltó un pequeño postre, facilitaba además el encuentro, el diálogo, el compartir experiencias entre las gentes trabajadoras y los voluntarios. Ciertamente, se crearon lazos de amistad, siempre con la sensación de que se lograba llenar el vacío de los días sábados en los que otros comedores de la ciudad -públicos y privados- no atendían a este colectivo.
Fue en el patio del Seminario San Cristóbal donde comenzó esta labor. Ambiente éste que permitía también la realización de actividades lúdicas y formativas con los niños y adultos. A partir de 2018, por motivos organizativos de este Centro de Estudios, el Comedor se trasladó a ambientes cedidos por un establecimiento de servicios de alimentación situado en la Plazuela San Francisco.
Pero continuó la denominación original “San Cristóbal”, nacida en el Seminario Diocesano.
Es de agradecer la colaboración inestimable de instituciones que sábado tras sábado se comprometían a preparar el almuerzo: las Hermanas de Santa Ana del Hogar de niñas Santa Clotilde, las jóvenes universitarias de la Residencia Santa María junto con sus religiosas Hermanas de la Caridad Santa Juana Antida, los chicos universitarios de la Residencia San José de la Fundación Tréveris, señoras voluntarias María Auxiliadora, personal docente y administrativo de los Colegios San Cristóbal y San José de la Comunidad Educativa Arzobispado de Sucre (CEAS).
Y, por supuesto, Dña. Olguita, junto a su equipo de “El Patio”, que con tanto cariño suplían con su buen quehacer cuando no había institución que pudiese preparar la comida.
Llegó 2020 y por razones conocidas de bioseguridad se cerró esta actividad. Y ha sido en el presente mes de Diciembre (los sábados 5, 12 y 19) cuando se retomó al aire libre en la Plazuela y con las precauciones que piden las autoridades sanitarias. Además, junto al platito se entregó un barbijo a las personas que no lo tenían y se les insistió en la necesidad de higiene y distancia con los demás.
Y en esta ocasión se sumaron a las personas e instituciones indicadas, jóvenes voluntarios de la Dirección Municipal de la Juventud y de la Organización JEBUF (Jóvenes en busca de un futuro). También agradecer la colaboración de CEADL (Centro de Apoyo al Desarrollo Local), así como de educadores viales de calle, las famosas cebritas de la capital. Sin duda, es importante aunar esfuerzos y compartir esta labor con la sociedad civil.
Es de esperar que a partir de Enero se pueda continuar el Comedor, para beneficio de la población más castigada -también por la pandemia- y más vulnerable.
Gracias a quienes con su ilusión y esfuerzo hacen posible este Comedor San Cristóbal.
[Fuente: P. Pedro Rentería – Comunicador Pastoral]