Iglesia en Sucre suspende catequesis y sugiere intensificar la oración personal, familiar y comunitaria
17.03.2020//CENACOM// Ante la situación de lucha contra el COVID-19 y las medidas establecidas por las autoridades nacionales, departamentales y locales, la Arquidiócesis de Sucre, cumpliendo con su misión pastoral de cuidar y proteger la vida, como don precioso de Dios, recomienda:
- Intensificar los momentos de oración personal, familiar y comunitaria con la finalidad de fortalecer la fe, la confianza en Dios que protege como un padre amoroso. La tradición eclesial nos recuerda que en tiempos pasados la oración perseverante del pueblo de Dios frenó distintas calamidades y epidemias. Aconsejamos el rezo del Santo Rosario en familia alrededor de la imagen mariana existente en el hogar. También orar con los Salmos, entre otros el 91.
- La catequesis y reuniones de grupos quedan suspendidos hasta el 31 de marzo. Se recomienda hacer seguimiento utilizando los medios virtuales al alcance de todos.
- Pedimos que los templos y lugares de oración estén abiertos a los fieles teniendo en cuenta las precauciones necesarias, como nos lo ha pedido el Papa Francisco.
- Recomendamos la celebración de la Eucaristía en horario de la mañana durante esta cuarentena. En casos excepcionales se celebrará la Eucaristía por la tarde de acuerdo a las misas ya solicitadas con antelación y teniendo en cuenta los cuidados respectivos.
- Es costumbre en el tiempo de Cuaresma el acercarse a recibir el Sacramento de la reconciliación y la dirección espiritual. Pedimos a los sacerdotes tomar las precauciones debidas para evitar cualquier contagio.
- Para las celebraciones eucarísticas, se tome en cuenta las recomendaciones de la Conferencia Episcopal Boliviana:
- Se omite el saludo de la paz.
- La sagrada comunión se distribuirá en una sola especie y en la mano.
- Las pilas de agua bendita a la entrada de los templos y la aspersión con el agua después de las celebraciones litúrgicas, se suprimen por el alto riesgo de contaminación.
“Hacemos un ferviente llamado a toda la población a asumir el compromiso de cuidar y proteger la vida y salud, especialmente de los más vulnerables, despertando en todos nosotros el sentido de responsabilidad, misericordia y paciencia en estos momentos sin temor o miedo en que nos toca vivir. Cumplamos con las indicaciones dadas por las autoridades confiando en el poder de la oración.
Invocamos a nuestra Madre la Virgen María en su advocación “Nuestra Señora de la Salud” que nos proteja bajo su manto”.
+Jesús Juárez Párraga, S.D.B
ADMINISTRADOR APOSTÓLICO