Jhonny Montero Irala: “De la solidaridad al compromiso: por la reversión ecológica en la Chiquitanía”
El mayor gesto solidario del Pueblo boliviano, que no sean sólo las monedas o billetes para los damnificados en la Chiquitanía, sino el compromiso activo para la reversión de las normativas, políticas económicas y acciones que están acabando irreversiblemente con nuestros bosques, con la riqueza natural y vital de nuestra Casa Común…
Manifestar mi agradecimiento a todas las organizaciones de voluntariado, a la Secretaría de Desarrollo Humano Social del GAMS, a las parroquias, colegios católicos y de convenio y a las distintas pastorales de la Arquidiócesis de Sucre, que se han hecho parte de la Campaña Solidaria Interinstitucional “SOSCHIQUITANIA”, a favor de nuestros hermanos damnificados y quienes están en la línea de fuego apagando los incendios. Dios compense todo el compromiso, esfuerzo y amor puesto en este gesto humanitario.
Sin embargo, no podemos callar una realidad que es evidente: mientras unos se esfuerzan por aportar “una gotita de agua para apagar el fuego”, otros continúan provocando más incendios, otros están más preocupados en sacar rédito político de este desastre ambiental, otros guardan silencio o camuflan sus intereses individuales y corruptos respecto al uso depredador de la Amazonía boliviana. Y no faltan a quienes les es indiferente lo que está pasando. Lo cierto es que la Chiquitanía sigue ardiendo.
Escuchemos el grito de dolor de la creación en la Chiquitanía. Demos fin a esta catástrofe ambiental. Dejemos de mirar, desde el balcón, cómo se consume nuestra Casa Común. Dejemos de actuar con arrogancia, pretendiendo mostrar que tenemos el control y la capacidad de acabar con el fuego. No la tenemos!!! Seamos humildes, porque es la verdad. Por ello, pedimos con carácter inmediato que:
- El Gobierno Nacional asuma su responsabilidad de proteger nuestro hábitat y a quienes lo habitan, declarando “Emergencia Nacional”, pero ya!!!
- Todas las organizaciones civiles y eclesiales, los pueblos y naciones indígenas, entre otros; conectémonos en red, en una acción sistemática y coordinada para movilizarnos en cabildos municipales y departamentales para que, como pueblo boliviano, legítimamente, nos declaremos en “Emergencia Nacional”.
- En esta misma dinámica: exijamos la abrogación de la Ley 741 y el DS 3973; la inmovilización del área prohibiendo, de manera absoluta, todo cultivo y extracción, “promoviendo sólo actividades de reforestación” en lo consumido por el fuego; “paralización de todos los trámites agrarios en curso que comprometen tierras fiscales”; “auditoría de los asentamientos y dotaciones autorizados por el INRA”.
- Una auditoría de todos los ingresos económicos provenientes de la ayuda nacional e internacional.
- Con la misma celeridad con que se investiga, juzga y sanciona a los aprendidos por encender más fuego, que se investigue, juzgue y sancione también, según su grado de responsabilidad, a quienes han propiciado este desastre ambiental por la promulgación de normativas antiecológicas. A quienes han sido parte beneficiaria de estas políticas y han ejecutado las mismas chaqueando, deforestando, extrayendo ilegalmente las riquezas que contiene en su seno la Amazonía boliviana. A quienes tenían que reaccionar y responder oportunamente y no dejar que se quemen más de dos millones de hectáreas.
Ante la dejadez de encontrar solución inmediata y ante la impotencia de ver y sentir que se nos queman las fuentes de vida para todos, necesitamos pasar de la solidaridad al compromiso efectivo para revertir esta crisis ambiental y buscar las verdaderas causas e intereses que la ocasionaron: ¿No están por detrás o por debajo los intereses del agronegocio, la producción de biocombustibles, la exportación de carne a la China, los asentamientos ilegales? ¿Quiénes se benefician realmente de estos grandes negociados? ¿Cuál es el precio ecológico que tenemos que pagar por estas políticas depredadoras, extractivistas, anti-éticas y corruptas que solo concretan los intereses económicos capitalistas de una élite cómplice que se favorece de la ampliación de la frontera agrícola y la deforestación para la ganadería?
El mayor gesto solidario del Pueblo boliviano, que no sean sólo las monedas o billetes para los damnificados en la Chiquitanía, sino el compromiso activo para la reversión de las normativas, políticas económicas y acciones que están acabando irreversiblemente con nuestros bosques, con la riqueza natural y vital de nuestra Casa Común.
Dios nos llama, hermanos todos, a ser guardianes, co-creadores y no depredadores.
(Jhonny Montero Irala / Director de Pastoral Social Cáritas – PASCAR Sucre)
[Imagen: alamy.es]