“Si alguien busca la verdad, está buscando a Cristo” Mons. Adolfo Bittschi

09.08.2020// El Obispo Auxiliar de nuestra Arquidiócesis reflexiona en su homilía, que caminar sobre el agua constituye una manifestación de soberanía del Hijo de Dios sobre la creación y los elementos que llevan a la muerte. La Iglesia recuerda el 9 de agosto a Santa Teresa Benedicta de la Cruz, la filósofa judía Edith Stein, buscadora de la verdad quien manejó la frase: “Si alguien busca la verdad, está buscando a Cristo”.

Homilía 9 de agosto 2020, décimo noveno Domingo durante el año litúrgico

Evangelio según san Mateo 14, 22 – 33.

Mons. Adolfo Bittschi, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Sucre

“MÁNDAME IR HACIA TI ANDANDO SOBRE EL AGUA”

La primera lectura de este domingo, queridos oyentes nos presenta el profeta Elías, hombre de fuego. Su nombre traducido es “Mi Dios es el Señor”. Es “el defensor de la verdadera religión y de la adoración al único Dios Creador y Liberador en contra de la idolatría. Este profeta de las montañas es como fuego, como un rayo, como un terremoto y desaparecerá  del mundo en un carro de fuego, en la potencia de aquel elemento que había marcado su vida y transformado su palabra en antorcha encendida” (Cardenal Carlo M. Martini). Elías decía de sí mismo: “Ardo por el celo del Señor Dios de Sebaot”. En este fuego de amor a Dios mostró a los israelitas quien es el Dios verdadero y el único a quien se debe adorar. Poniendo su vida en juego en una apuesta contra los 450 sacerdotes del ídolo Baal mantenidos por la reina. Ellos al perder la apuesta, perdieron su vida. Elías, a quien Dios respondió y se mostró como Dios vivo y verdadero, luego es perseguido a muerte por la reina en su furia.    Lo encontramos refugiado en una gruta en la montaña de Dios. En medio de su desolación, tristeza y miedo, Dios le regala “la teofanía de la dulzura, de la familiaridad, de la relación íntima, amistosa y esponsalicia” (Cardenal Carlo M. Martini).

En la segunda lectura  de la Carta a los Romanos de San Pablo sufre por la incredulidad y el rechazo de Jesús por parte de Israel. ¿Cuál será su futuro? El apóstol desahoga su corazón: “Siento una gran pena y un dolor incesante, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza y mi sangre quisiera ser un proscrito lejos de Cristo”. Ellos dice “fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas y de ellos procede el Mesías, según lo humano, quien está sobre todo: Dios bendito por los siglos. Amén”. El dolor de Pablo se cambia en bendición a Cristo mediante una profesión de fe en la divinidad y señorío del Mesías sobre todo lo creado.

En el Evangelio se presenta Jesús como el Hijo de Dios que sigue viviendo su lazo de amor con el Padre en el Espíritu Santo. Para poder estar a solas con Dios despachó a los discípulos y a la gente. Luego sube a la montaña y pasa la noche en oración, en diálogo con su Padre. Con Él puede abrir su corazón y dejarse sanar de las heridas y del dolor en su alma por la falta de fe de muchas autoridades civiles y religiosas y compartir su alegría por el día pasado con tanta gente que venía de todas partes para escucharle y presentar sus enfermos a quienes podía sanar y tal vez hablar sobre la tentación de presentarse como Mesías triunfal.          

Jesús, que por su misericordia y con su poder mesiánico ha remediado la necesidad de la multitud hambrienta (13-21) y después de haber compartido su día en una larga oración con su Padre Dios, ahora viene en ayuda de sus discípulos. Ellos navegan en una barca agitada por las olas y con el viento en contra. El relato expresa miedo, angustia, confusión y sufrimiento, como lo sienten muchas personas en esta pandemia… además es de noche, las olas y el viento en contra; elementos todos que en los Salmos son símbolos de temor y de muerte. El amanecer (v.25), en cambio, es el tiempo de la intervención de Dios así en Éxodo 14,24 y en el Salmo 46,6, que de alguna forma anuncia ya el acontecimiento salvador más importante: la muerte vencida por la vida en la resurrección de Jesús (Mateo 28,1).

Caminar sobre el agua constituye una manifestación de soberanía del Hijo de Dios sobre la creación y los elementos que llevan a la muerte. Cuando Jesús dice: “¡Ánimo! ¡Soy yo! ¡No tengan miedo!” Pedro entra actuando primera vez solo en el evangelio de Mateo: “Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre las aguas. “¡Ven!”, le respondió. Pedro entonces saltó de la barca y, caminando sobre las aguas, fue hacia Jesús. Pero, viendo el viento, tuvo miedo, comenzó a hundirse y gritó: ¡Señor, sálvame! De inmediato, Jesús extendió la mano, lo tomó, mientras decía: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado? Y cuando subieron los dos a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se dieron cuenta de lo sobrenatural que han presenciado y se postraron ante Jesús y realizan un acto de adoración que se reserva sólo a Dios, exclamando: “Realmente, eres Hijo de Dios”.

En este episodio de Pedro, caminando sobre las aguas igual que el Señor, mientras no aparta su mirada del Señor y la tempestad calmada se ve la experiencia de la Iglesia, que en su camino entre dificultades y obstáculos con olas y viento en contra, necesita poner toda su confianza y su mirada en el Señor. Pero al dudar y apartar su mirada del Señor está el peligro de ser presa de las fuerzas de la muerte. Lo mismo vale para nosotros hoy.

Queridos oyentes la Iglesia recuerda el 9 de agosto a Santa Teresa Benedicta de la Cruz, la filósofa judía Edith Stein, buscadora de la verdad que la encontró en Jesucristo al leer el libro de la vida de Santa Teresa de Jesús. Se hizo bautizar. Fue catedrática exitosa de filosofía. En una frase dice: Si alguien busca la verdad, está buscando a Cristo, aunque no esté consciente de esto. Porque la verdad no es una idea sino la persona de Jesús. Luego siguió el llamado de Jesús para unirse más a Él y hacerse religiosa del Carmelo. Junto con su hermana de sangre que también se bautizó y sirvió de portera del convento fueron deportadas por los Nazis a Ausschwitz, uno de los campos de concentración para aniquilar a los judíos. Fueron cremados en el Holocausto como millones de su raza. Decía a su hermana: vamos al sacrificio por nuestro pueblo. Ella es canonizada mártir y una de los seis co-patrones de Europa

El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo! Y la Bendición del Dios uno y trino, del Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y sus familias y les acompañe hoy y siempre.