32 años de la visita de San Juan Pablo II a la Capital Sucre

12.05.2020//CENACOM// Tras una noche de intensa lluvia, Juan Pablo II llegó a Sucre casi de milagro, ya que por las condiciones aeroportuarias, hasta ahora, es imposible pensar en el aterrizaje de un avión en la Capital del Estado; pero al día siguiente, el 12 de mayo de 1988, fue una jornada de sol pleno.

En ese entonces, el Estadio Olímpico Patria estaba en construcción, pero la misa se celebró ahí, con un altar que llevaba un telón rojo y el escudo del Papa como elemento decorativo. Miles se dieron cita al lugar para escucharlo y mostrarle la presencia del pueblo creyente de la Capital de Bolivia.

Luego de la misa, el Santo Padre compartió un almuerzo con los obispos de Bolivia en el Arzobispado de Sucre, donde reposó durante las horas que estuvo presente en la ciudad. Durante su visita a Sucre, también ofició una misa con personas enfermas en la Catedral Metropolitana, donde se acercó a la Capilla de la Virgen de Guadalupe para orar por la ciudad y el Departamento.

EL SERVICIO DE LAS RELIGIOSAS SIERVAS DE MARÍA
Las religiosas de la congregación de Siervas de María fueron las encargadas de atenderlo. Ellas decidieron guardar algunos de los objetos que el Papa viajero usó en su visita. Un jabón, toallas, sábanas, un paño de hombros, un rosario y una medalla son las reliquias que la Congregación guarda y expone en una pequeña vitrina, en el Hogar 25 de Mayo.

Entretanto, la casulla que usó Juan Pablo II en la misa oficiada en la Capital se resguarda en el Museo de la Catedral de Sucre.

SU PASO POR BOLIVIA

Hace 32 años, el Santo Padre el Papa y ahora Santo Juan Pablo II llegó a Bolivia, exactamente un 9 de mayo a las 16:00 convirtiendo esa fecha en un recuerdo imborrable para las generaciones que fueron testigos de su mensaje a Bolivia. A su arribo al aeropuerto, su primer acto fue besar el suelo boliviano que lo recibía con una alegría que nunca había mostrado otro líder mundial.

Hasta este año, 2015, Juan Pablo II no sólo era el primer Papa en llegar a Bolivia sino el único que lo hacía luego de cientos de años de vida de la Iglesia Católica y de sucesores de Pedro. Juan Pablo II deja de ser el único Papa en visitar el corazón de Sudamérica y muchas generaciones que vivieron la emoción de verlo, podrán ver hoy también a otro Pontífice visitando tierra boliviana.

En mayo de 1988, millones se volcaron en las calles, aguardaron por su mensaje y su bendición quizá sin pensar todavía que sería canonizado.

Juan Pablo II estuvo seis días en Bolivia, del 9 al 14 de mayo de 1988, durante los cuales visitó siete departamentos y ocho ciudades del país. La Paz (ciudades de La Paz y El Alto), Oruro, Sucre, Tarija, Trinidad y Santa Cruz son los departamentos que presenciaron su andar y su palabra.
El Papa viajero llegó a Bolivia y en uno de sus primeros discursos reconoció en estas tierras un país azotado por la pobreza.

Las multitudes que acudieron a ver su llegada se apostaron a lo largo de la autopista que une la ciudad de El Alto y La Paz. En ese entonces se vitoreaba a viva voz el mensaje que acompañó la visita del Papa:  “Sembradores de justicia y esperanza”.
Sectores sociales y religiosos fueron los privilegiados en la visita del Sumo Pontífice. Encuentros con las familias de El Alto; con sacerdotes y jóvenes en Cochabamba;  los mineros en Oruro, donde también decenas de mujeres entraron con ollas vacías como muestra del hambre que vivía el país; en Tarija se acercó a los niños y jóvenes, donde uno le pidió ayuda para que Bolivia lograra una salida al mar.

En Santa Cruz se encontró con cientos de personas en la misa en el aeropuerto Viru Viru y en Trinidad fue saludado como “el trinitario” por su vocación a la Santísima Trinidad, aunque los lugareños lo usaron para identificarse con él, ya que “trinitario” es el gentilicio de esa ciudad.

De ese modo, el paso de Juan Pablo II por Bolivia dejó una huella profunda en la memoria y fe de los católicos que tuvieron la oportunidad de recibir su bendición.