P. Alfonso Herrera Balderas, gran sacerdote misionero, nos enamoró de Cristo
A la hora de escribir estas líneas, que quieren ser un humilde pero merecido homenaje a la memoria del P. Alfonso Herrera Balderas, fallecido en el día de ayer, sus muchos amigos -sacerdotes y seglares- junto a su familia, están presentes en su capilla ardiente, con la esperanza cristiana que no defrauda…
Nacido el 15 de Septiembre de 1938, en Muyupampa (Chuquisaca), recibió la ordenación sacerdotal el 20 de Marzo de 1966. Falleció a la edad de 81 años, habiendo obsequiado a la Iglesia 53 años de ministerio sacerdotal.
Su vida, entregada sin mirar horas ni tiempos, estuvo dedicada a impulsar la Misión en nuestra Arquidiócesis.
Colaboró en la Parroquia de San Matías, de la capital, así como en Zudáñez y Alcalá. Fue párroco de Padilla. También trabajó en Villa Serrano y muchos años en la Parroquia de Cristo Rey, también en la ciudad.
En la Parroquia de San Lázaro de Sucre pastoreó junto al P. Jaime Villalta.
Sus últimos destinos fueron el CEPAMI (Centro Pastoral Misionero) de Tomina y de nuevo en la Parroquia de Alcalá.
Promotor nato de vocaciones, varios sacerdotes actuales son fruto de sus desvelos por formar jóvenes generosos para atender al Pueblo de Dios.
Gran confesor. Terminadas las Eucaristías pasaba largas horas atendiendo a quienes reclamaban su escucha y perdón.
No dudó en acercarse a pobres y necesitados. Promocionó a la joven campesina y a líderes del campo. Siempre sorprendió su trabajo con los catequistas rurales. Y no dudó en tomar pico y pala para abrir caminos en comunidades alejadas.
Fue Director de las Obras Misionales Pontificias de la Arquidiócesis, desde 1991 hasta 2008.
Favoreció las misiones itinerantes en el campo, así como en Santa Cruz.
Con un carácter afable y paciente, nunca le derrotaron las críticas y siempre intentó cumplir con fecundidad su trabajo en esta Iglesia.
Recibió el título de Monseñor como capellán del Papa y canónigo de la Catedral.
Sin duda, deja un gran vacío, pero la semilla sembrada en estos largos años produce y producirá abundantes resultados.
Como se ha anunciado, mañana martes, a las 11:00 h., se celebrará una Eucaristía en sufragio de su alma en la Catedral Metropolitana. La Misa Exequial, en Muyupampa, será a las 15:00 h. y a continuación el entierro en el cementero de dicha localidad, siguiendo su deseo.
[Agradecemos al P. Enrique Quiroga, Vicario de Pastoral -cuya vocación se inspiró en la entrega fiel del P. Alfonso- su testimonio que nos sirvió para el presente artículo]
[Imagen: CENACOM]