Bienaventurado el político que está comprometido en la realización de un cambio radical

Arquidiócesis de Sucre/CEAS/17/09/2020.- Amada Iglesia la Dios nos permite compartir la sexta Bienventuranza heredada por el Cardenal F. Noguyen Van Thuan; él sufrió las consecuencias de ser un hombre para los demás pero la supo vivir con la Fe que le daba paciencia y entereza confiando en que Dios lo libraría de esa fatalidad.

Después de largos años de presidio en los que jamás abandonó a sus pueblo ni a aquellos que por su intermedio alcanzaron la conversión de sus vidas, pues el Cardenal en cada una de estas bienaventuranzas expresa el deseo de que la política y quienes viven para su servicio sean para bien de los ciudadanos.

Estar comprometido con un cambio radical debería ser la convicción primera que orienta todo el hacer del político. Este compromiso vital para el político es el que genera el seguimiento de cuántos vayan a unirse a su causa.

La pregunta es: ¿En qué consiste este cambio radical?…. Quiera Dios sea el buscar conquistar el poder político para vivir una vida de servicio de la verdad; es decir a la convicción de que todos, en nuestra diversidad estamos convocados a vivir en fraternidad que respeta lo plural, pero que decide en consenso construir una sociedad más humana, más comprometida con esforzarse por desterrar condiciones de pobreza que llevan a la negación del otro, de su exclusión.

El cambio radical debería entrañar un profundo compromiso por defensa de la vida, el respeto a la dignidad de todos, pues todos somos hijos de esta tierra bendita que nos permite crecer y proyectarnos desde ella.

Tristemente, algunos sentimos que nos toca vivir un tiempo donde los políticos quieren cifrar su éxito en su capacidad de mover nuestras emociones , no necesariamente las más nobles. No sentimos que haya una expresión real de motivar la unidad respetuosa de la diversidad, de la debida planificación estratégica que respete nuestros suelos pero que a la vez nos permita ingresar en una dinámica de crecimiento equitativo y una honesta distribución de la riqueza de nuestro país.

Es nuestra sincera oración el que nuestros políticos busquen ejercer un espacio de representación política en el que se cuide ser fieles a la responsabilidad que entraña ese cargo; que sean fieles a la apuesta por la construcción de un país cada vez más inclusivo y cada vez más humano.