El que me coma vivirá por Mi (Jn.6,57b)
Arquidiócesis de Sucre /CEAS/11 de Junio de 2020//.- Que sea una jornada llena de esperanza, La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo nos llama recordar que nuestro destino es la eternidad en compañía de Aquél que no solo nos enseña el camino, sino que siendo el camino, es también alimento que sostiene nuestro andar y es bebida celestial que alivia el humano cansancio; que retorna la confianza en la Providencia del Padre Quien solo quiere la vida para su pueblo.
Convocados a quedarnos en casa, viviremos una jornada de celebración de nuestra Fe de una manera distinta sí, pero no menos intensa. Será diferente no tanto por que esta ocasión no podamos expresar públicamente la fe que nos hace alabar, glorificar y acompañar a Jesús Eucaristía pan para la vida del mundo. Sentimos que Dios hoy nos da la oportunidad de vivir una procesión hacia adentro, al interior nuestra alma, al interior de nuestro hogar y junto a ellos, en oración, descansar nuestra sed de Esperanza, pues confiamos que en la Providencia de Dios será aliviada y que con su carne es y será alimentada nuestra vida.
Como comunidades Educativas del Arzobispado de Sucre (CEAS) no compartimos con ustedes imágenes que deseen evocar sentimientos nostálgicos; sino compartimos imágenes que hacen memoria de esta solemnidad y testimonian el regalo de la vida que es encuentro y comunidad y por ello hoy cuidaremos desde dentro este don y oraremos profundamente para que podamos vivir de manera aún más plena por Jesús y para cuidar la vida de los que ama, la humanidad.
Ciertamente la vida nos ha sido dada desde el Cielo, y es el mismo cielo el que se ha hecho carne, hoy pan y vino. Hoy es nuestro deseo permanecer con Jesús para dejarlo entrar y morar en nosotros y nuestras familias. Que Dios nos conceda la gracia de ser más pronto que tarde fiel y vivo testimonio de quien se ha hecho carne para dar vida al mundo; para darla sobre todo a los más frágiles en nuestros pueblos y comunidades.
Feliz fiesta del Corpus Crhisti.