Iglesia en Bolivia define postura sobre conflictos sociales, elecciones y pandemia, en inédita asamblea virtual de Obispos
19.08.2020// La mañana de este miércoles 19 de agosto, se inauguró la Asamblea Extraordinaria de Obispos de Bolivia, en esta oportunidad de manera virtual, a causa de la pandemia en el país, los más de treinta Obispos no pudieron reunirse de manera presencial como solían hacerlo; sin embargo, se dio esta oportunidad, y uno de los temas más importantes será el “análisis de la situación del país”.
“Todos queremos elecciones pero no hay garantías de transparencia con el padrón electoral, y menos con un proceso de investigación de fraude estancado en la justicia” manifestó Ricardo Centellas presidente de la conferencia episcopal en su discurso de inauguración.
Mons. Ricardo Centellas, Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana compartió un saludo de bienvenida a esta Asamblea, en el que enmarca que hace falta recobrar un clima de encuentro y diálogo, con la verdad y la justicia; así mismo cuestiona que no hay garantías de una elección transparente con el actual padrón electoral y menos con el silencio de la justicia con relación al fraude de octubre pasado, por lo que es importante recobrar la credibilidad institucional. A continuación, compartimos parte de su discurso de inauguración.
“Conflictiva situación del país”
Hay la necesidad de fortalecer el proceso democrático de nuestro país respetando la institucionalidad y las leyes que resguardan los derechos y obligaciones de todos los bolivianos. No se puede consolidar la democracia con actitudes de confrontación y destrucción. Hace falta recobrar un clima de encuentro y diálogo, con la verdad y la justicia para avanzar en nuestro desarrollo integral y no convertir al país en un campo de batalla para hacer sufrir a los más pobres que son la mayoría. Todos queremos participar en las próximas elecciones, pero no hay garantías de una elección transparente con el actual padrón electoral y menos con el silencio de la justicia con relación al fraude de octubre pasado. Recobremos la credibilidad institucional.
La crisis económica se agrava día que pasa. Las necesidades básicas, como el hambre se agudizan, como consecuencia, exige tomar conciencia de un estilo de vida de austeridad y compartir, especialmente en el sector público. Redistribuir la economía boliviana con criterio de justicia social. Apoyar los emprendimientos pequeños y empresariales.
La pandemia ha desnudado la precariedad de nuestro sistema de salud. El desafío común es afrontar esta enfermedad en unidad y solidaridad, como ya hemos visto tantos gestos de generosidad en todo el país. No es el momento para aprovecharse de la situación en beneficio de intereses personales y políticos. Es la hora de mitigar el sufrimiento y el dolor de tantos hermanos, para reafirmar nuestro compromiso de proteger la vida y la salud en primer lugar. Sin salud no hay vida.
Estructurar una educación al servicio de la vida y no de ideologías. Que acompañe el proceso de crecimiento de la persona, potenciar sus capacidades para que sea capaz de luchar por una vida digna para todos, asumiendo la cultura digital a través de una educación tecnológica continua.
Afrontar con esperanza y serenidad los graves problemas de Bolivia, requiere de una transformación en nuestros intereses y despojarnos de mezquindades y asumir el imperativo de un pacto nacional de unidad. La división sólo ahonda nuestra crisis. Estamos en la disyuntiva: o subimos al barco de la unidad para vencer; o sucumbimos en las ambiciones de poder y prestigio.
Gracias.