Jhonny Montero Irala: “Elecciones Generales. Que venzan la verdad, el amor y la justicia”
Que el Señor nos ilumine y nos conceda sabiduría en esta búsqueda de justicia social y política para nuestro pueblo boliviano. Una búsqueda guiada por el amor, que lo vence todo y que terminará con el triunfo de la verdad y la justicia para todos.
Hermanos, vivimos tiempos de una permanente injusticia social y política hacia el soberano, hacia la voluntad del pueblo boliviano, expresada en la constante manipulación de la justicia, las leyes, de los procesos electorales, de sus actores e instituciones. Expresada también en el uso, abuso y despilfarro de los bienes del Estado, en beneficio de un partido y sus afanes de perpetuarse en el poder. En este contexto, lamentablemente y, pese a las luchas de algunos sectores sociales, como pueblo boliviano hemos terminado aceptando la ilegalidad (21 F, las Primarias, postulación del binomio Evo-Álvaro, entre otras). Ahora estamos frente a un resultado electoral, viciado por indicios de fraude, que ha generado una profunda crisis de credibilidad de los resultados. Hasta ahora, todo se ha dejado pasar nomás. Nadie dijo nada y si lo han hecho, al final pasó el tiempo y todo quedó en el olvido, como la reivindicación chuquisaqueña por Incahuasi.
Dios y la Iglesia, a través de sus representantes, nos llaman a la responsabilidad social y política frente a este cuadro social de injusticias, de vulneración de los derechos, de fraudes. No podemos quedar indiferentes, pero nuestra responsabilidad no puede ser canalizada a través de la violencia. El derecho de unos y otros a resguardar y hacer respetar el voto del Pueblo, no puede ser desvirtuado por acciones destructivas de nuestras propias infraestructuras, camionetas y otros bienes activos. La justa exigencia de transparencia electoral, no puede llevarnos al odio, al desprecio y a la agresión física y verbal de unos contra los otros.
El camino es la exigencia de una auditoría a las elecciones generales, en cada uno de los departamentos. Que se investiguen y esclarezcan todas las denuncias de fraude, la manipulación de las ánforas. Que se comparen cada una de las actas fotografiadas de las mesas, con las actas de la Corte Electoral, para poder verificar los verdaderos resultados de las elecciones. Que se exija explicación por la interrupción del conteo electrónico de votos y el cambio brusco de la tendencia de votación. Que se exija la verdad, para hacer justicia a la voluntad del pueblo.
Que nuestros cabildos, paros cívicos y manifestaciones de protesta, estén caracterizadas por la serenidad y racionalidad en nuestros actos. La responsabilidad ciudadana de los candidatos de estas elecciones, de las autoridades departamentales, de los líderes y representantes de las plataformas y de las diferentes organizaciones partícipes en esta coyuntura, es llamar a la cordura y pacificación, pues la violencia y enfrentamiento, como reacción al desacuerdo y descontento electoral, no es la solución. No es la respuesta a la duda, a la falta de transparencia e irregularidades del proceso electoral.
El llamado a la unidad de la población, que no sea para dañar, sino para buscar los mecanismos técnicos y legales para transparentar los resultados electorales. Cada partido y delegado tiene sus actas de cada mesa de sufragio: queda revisar con lo que aparece en el Órgano Electoral. Al final de este proceso de transparentar las elecciones, como pueblo boliviano tendremos el derecho de desconocer la pretendida victoria del partido del MAS e ir a una segunda vuelta o anular las elecciones por estar viciadas de fraude, como resultado de las investigaciones.
Hermanos todos, Jesucristo y el Santo Papa Juan Pablo II, nos ha pedido que no permanezcamos indiferentes ante la injusticia, que nos comprometamos responsablemente en la construcción de una sociedad más cristiana, más justa, con derechos. Para lo cual es preciso alejar de nuestra vida el odio. Que reconozcamos como engañosa, falsa, incompatible con nuestro seguimiento a Jesucristo, toda ideología que proclame la violencia y el odio como remedios para conseguir la justicia. El amor vence siempre, como Cristo ha vencido, aunque en ocasiones, ante sucesos y situaciones concretas, pueda parecernos impotente. Como Cristo que parecía impotente en la cruz. Dios siempre puede más (cfr. Discurso del Papa San Juan Pablo II).
Que el Señor nos ilumine y nos conceda sabiduría en esta búsqueda de justicia social y política para nuestro pueblo boliviano. Una búsqueda guiada por el amor, que lo vence todo y que terminará con el triunfo de la verdad y la justicia para todos.
(Lic. Jhonny Montero Irala es Director de Pastoral Social Cáritas – PASCAR-SUCRE)
[Imagen: ateneupopular.com]