Monseñor Jesús Pérez: “El cristianismo es Cristo”
Por eso es muy necesario que todos los que formamos la Iglesia, o sea, todos los bautizados, estemos atentos a lo que el Espíritu Santo nos diga, nos vaya indicando lo mejor para que seamos fieles al que es el Camino, la Verdad y la Vida…
Ya estamos en la 5ta. semana de Pascua, o sea, seguimos celebrando el triunfo de Cristo sobre la muerte. La victoria de Cristo es nuestra victoria. La Iglesia -cada bautizado- celebra gozosa el acontecimiento del misterio pascual. La Pascua sigue creciendo. Los domingos 5° y 6° de Pascua, proclaman en el evangelio, en los tres ciclos, palabras de Jesús en su Cena de despedida, dándoles a sus amados discípulos varios consejos para cuando Él no esté físicamente -espiritual y vivencialmente siempre está-. La fiesta de la Ascensión será dentro de dos semanas. El hecho final de la historia de salvación se dará cuando “Dios sea todo en todos” (1cor. 15, 28).
Veíamos hace unas semanas que la Pascua es un paso: pero a la vez es el comienzo de un largo peregrinar. Vivir la Pascua es decidirse a caminar, ponerse en marcha. El día de Pascua el pueblo de Israel comenzó su travesía del desierto, en la que habría de emplear alrededor de cuarenta años. Identificándonos con los discípulos de Emaús, experimentamos la alegría de saber que Jesús nos acompaña y nos guía durante el camino.
No lo dudemos, el cristianismo es Cristo Jesús, no una doctrina abstracta ni un código de conducta elaborado sobre la base de reflexiones filosóficas. Seguir a Cristo es mucho más que aceptar intelectualmente una verdad.
El domingo pasado hablamos sobre Jesús como puerta para entrar al reino de Dios y como el Buen Pastor, invitándonos a seguir sus huellas. Este quinto domingo de Pascua es el mismo Jesús quien se presenta como el Camino, la Verdad y la Vida. No lo dudemos, el cristianismo es Cristo Jesús, no una doctrina abstracta ni un código de conducta elaborado sobre la base de reflexiones filosóficas. Seguir a Cristo es mucho más que aceptar intelectualmente una verdad. Es lanzarse a una experiencia inédita e irrepetible. La vida de cada uno de los santos es siempre absoluta novedad. Un mismo camino puede despertar alternativas totalmente diferentes. Es muy interesante leer la exhortación “Gaudete et Exsultate” (La santidad en el mundo actual), publicada por el Papa Francisco el 19 de marzo de 2018. En esta exhortación a la santidad, que nos hace el Papa Francisco, nos dice que los santos “nos alientan a no detenernos en el camino, nos estimulan a seguir caminando hacia la meta” (GE n° 3).
La Iglesia no nació completa y perfecta en muchos de sus detalles. Cada día la Iglesia se va haciendo, bajo la presencia real de Jesús y la guía del Santo Espíritu. Recordemos algo al respecto que nos enseña el Concilio Vaticano: “La Iglesia no alcanzará su consumada plenitud sino en la gloria celeste, cuando llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas y cuando, junto con el género humano, también la creación entera será perfectamente renovada en Cristo” (Lumen Gentium, n.48). Evidentemente, no todo está dicho y hecho en la Iglesia de Jesucristo. Por eso es muy necesario que todos los que formamos la Iglesia, o sea, todos los bautizados, estemos atentos a lo que el Espíritu Santo nos diga, nos vaya indicando lo mejor para que seamos fieles al que es el Camino, la Verdad y la Vida.
Sucre, 10 de mayo de 2020
Fray Jesús Pérez Rodríguez, O.F.M.
Arzobispo emérito de Sucre
[Imagen: esperanzaweb.com]