Día del Adulto Mayor

Nuestros ancianos en la Iglesia Católica

Ancianos en Latinoamérica

Este 26 de agosto se celebra en Bolivia el Día del Adulto Mayor. Con una mirada más amplia, observemos cuál es la situación de nuestros ancianos en América Latina y específicamente en la Iglesia católica.

Actualmente, la población continúa aumentado y envejeciendo de forma sostenida y más aún en nuestra región, lo que hace indispensable la formulación de nuevas políticas que aseguren una mejor calidad de vida para las personas en una edad avanzada.

Según un informe de la ONU del 2017 denominado “Panorama de Envejecimiento y Dependencia en América Latina y El Caribe”, estima que en esta región existen 76 millones de personas mayores de 60 años y que para 2050 esta cifra puede alcanzar los 198,2 millones. Otro estudio esta vez de la CELADE, la División de Desarrollo Social de la CEPAL asegura que el envejecimiento en la región se da en un contexto de pobreza y desigualdad de ingresos, por lo que a los problemas de salud típicos de la tercera edad, se suman dificultades económicas que agravan la situación para muchos ciudadanos.

¿Qué hace la Iglesia católica?

En una primera conclusión podríamos decir que los adultos mayores son atendidos espiritualmente y corporalmente por la Iglesia católica. El Santo Papa Juan Pablo II pedía –en su carta por el Año de los Ancianos de 1999- no olvidar la dimensión pastoral que deben tener en las preocupaciones de las comunidades cristianas.

El Papa Francisco en reiteradas ocasiones denuncio la “cultura del descarte” que en nuestra sociedad implica también a los ancianos a los que los considera como una “riqueza de sabiduría, que no se puede ignorar”.  

En la Palabra de Dios existen muchas referencias, acerca de los ancianos, su autoridad y sus funciones, por ejemplo: San Pedro pide a los jóvenes “Sed sumisos a los ancianos”(1 Ped 5,1). En el libro del Eclesiástico se destaca su sabiduría.

“¡Qué bien aparece la sabiduría en los viejos…, la reflexión y el consejo… Corona de los ancianos es la mucha experiencia; su orgullo es el temor de Dios” (Ecle 25,8).

Otros textos: Hechos 14,23  – 1 de Timoteo 4,14  -1 de Timoteo 5,17  -Santiago 5,14

Sin duda, nuestros adultos mayores también son rostro de la Iglesia. Por lo que es muy importante aprovechar los años de experiencia de vida.

Algunos agentes de pastoral hacen una distinción entre “ancianos-jóvenes” y los “ancianos-ancianos” para precisar lo que debemos hacer a favor de los adultos mayores y lo que podemos esperar de su colaboración.

Es así que se llaman “ancianos jóvenes” a los que, cumplen sus 65 años, lo que les permite seguir prestando servicios a la comunidad ya que cuentan con una salud estable. Pertenecen a este grupo muchos obispos, sacerdotes y laicos que siguen atendiendo sus diócesis o parroquias.

Por el otro lado, los “ancianos-ancianos” son quienes pasan los 75 años, y se encuentran muy disminuidos física y mentalmente. Muchos de ellos necesitan un acompañamiento, en su vida física o espiritual. Pero hay también entre ellos quienes pueden y quieren seguir trabajando en distintas actividades al servicio de la comunidad. Ellos al disponer de más tiempo libre lo empleen parcialmente orando por la Iglesia y por los demás.

Lo importante es que se sientan útiles- desde donde estén – al servicio de Dios. En conclusión, son muy necesarios los movimientos apostólicos de adultos mayores.

Pero no podemos dejar de mencionar el gran servicio de órdenes religiosas a favor de nuestros ancianos. La Iglesia católica sostiene en el mundo, miles de centros y hogares que asisten en sus necesidades a los adultos mayores.

Hermanitas de los Ancianos Desamparados

Entre varias destacamos a las Hermanitas de los ancianos desamparados, fundadas por Santa Teresa De Jesús Jornet, esta congregación está compuesta por 2 200 hermanas y tiene el objetivo de cuidar de los ancianos que son abandonados y pobres de la calle. Se encuentran en 21 países, en los continentes de Europa, América, África y en Asia, y se estima que atienden a más de 20 mil ancianos alrededor del planeta.

Siervas de María-Ministras de los Enfermos

Las Ministras de los Enfermos o más conocidas como Siervas de María, cuidan a enfermos- la mayoría ancianos -desde hace 169 años. Esta congregación fundada por Santa María Soledad Torres en España, cuenta con alrededor de 2 mil hermanas distribuidas en 114 casas de al menos 20 países.

Misioneras de la Caridad

Las Misioneras de la Caridad es la congregación fundada por la madre Santa Teresa de Calcuta en India. Actualmente está integrada por más de 4500 monjas y tiene presencia en 133 países. Cuenta con varios hogares de ancianos, uno de ellos en Tumbaco Ecuador, donde el 2015 fue el Papa Francisco quien visitó esta casa en la que viven 70 adultos mayores.

Hermanas de la Compañía de la Cruz

Durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus, medios de comunicación destacaron el servicio de las Hermanas de la Compañía de la Cruz en España, ya que visitaban a ancianos y enfermos totalmente abandonados en sus casas. Compraban los alimentos, los limpiaban, les hacían las tareas del hogar, oraban y les daban compañía. Respondiendo a la misión encomendada por su fundadora Santa Ángela de la Cruz en 1875.

Recuerda, el anciano somos nosotros: dentro de poco o dentro de mucho y si nosotros no aprendemos a tratar bien a los ancianos, así nos tratarán a nosotros…

(Redacción: Roberto Carlos Ríos)

FUENTES:

CHURCHPOP

ACIPRENSA

VIDA NUEVA DIGITAL

EL PAÍS

GOTQUESTIONS

CATHOLIC.NET

LATINAMERICANPOST.COM

CNN ESPANOL