diocesis-san-ignacion-de-velasco

Obispo de San Ignacio: Sobre lo que hemos vivido en Bolivia estos días

Roberto Flock, obispo de San Ignacio de Velasco, presenta en un comunicado una reflexión a su diócesis sobre los dramáticos acontecimientos que estamos viviendo en Bolivia y pide que todos renuncien el uso de la violencia y del terror, las armas del demonio.

Infodecom presenta aquí el texto en su integridad.

COMUNICADO

La imagen puede contener: una o varias personas y primer plano

Sobre lo que hemos vivido en Bolivia estos días

“Abran las puertas para que entre una nación justa que se mantiene fiel.”
(Isaías 26,2)

Los dramáticos e históricos sucesos que hemos vivido en Bolivia desde las elecciones fraudulentas hasta la conformación de un nuevo gobierno nacional son motivo para dar gracias a Dios, quien en su sabiduría dirige los destinos del mundo, y en su misericordia escucha el clamor de su pueblo.

Como todos sabemos, el movimiento cívico que reclamó nuevas elecciones democráticas con un nuevo tribunal y sin la participación de quienes cometieron el fraude, no fue solamente una exigencia para las autoridades terrenales. Fue sobre todo un clamor al cielo para que Dios interviniera en esta causa justa. Y creemos que Dios escuchó esta oración que se vivió tanto en los cabidos masi-vos como en las pititas y puestos de bloqueo donde los protagonistas demostraron una extraordinaria disciplina pacífica en todo momento.

En cambio, fuimos testigos de la reacción oficialista del más alto nivel que amenazó con cercos a las ciudades, corte de comida y guerra en las calles. La violencia desatada por los grupos afines al gobierno provocó heridas y cobró vidas; pero también sirvió para demostrar el carácter real del Movimiento al Socialismo, que todavía intenta sembrar caos y temor en la población. Desde su concepción es y ha sido en su ideología un movimiento al salvajismo, alimentado con discursos de racismo y resentimiento, con un rechazo abierto a la Iglesia y a Dios, tal como se evidenció en las palabras del presidente Evo Morales: “Si alguien nos dice que del cielo va a caer (la salvación), no, del cielo sólo cae la lluvia, no es que del cielo nos van a salvar (22/01/2015). Su caída del poder demuestra lo contrario.

Por cierto, no todos los Masistas compartan estas actitudes. En mis años en Cochabamba observaba que la gran mayoría de los líderes y autoridades del MAS no conocía ni les interesaba la ideología del movimiento. Se aliaron por la aparente postura a favor de la población indígena andina y porque era la única manera de lograr obras en beneficio de la población, ya que este gobierno condicionó todas sus obras y programas en función de su permanencia en el poder, en plena contradicción a lo que dijo el Papa Francisco sobre el “proceso de cambio” cuando visitó a Bolivia y participó en el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares:

El cambio concebido no como algo que un día llegará porque se impuso tal o cual opción política o porque se instauró tal o cual estructura social. Dolorosamente sabemos que un cambio de estructuras que no viene acompañado de una sincera conversión de las actitudes y del corazón termina a la larga o a la corta por burocratizarse, corromperse y sucumbir. Hay que cambiar el corazón. Por eso me gusta tanto la imagen del proceso, los procesos, donde la pasión por sembrar, por regar serenamente lo que otros verán florecer, remplaza la ansiedad por ocupar todos los espacios de poder disponibles y ver resultados inmediatos. La opción es por generar procesos y no por ocupar espacios.” (09/07/2015, Expocruz).

El Movimiento al Socialismo maneja un discurso en defensa de los pobres y los indígenas, de la inclusión social sin racismo y discriminaciones, y de la ecología y los derechos de la madre tierra. Sin embargo, como observó Jesucristo: “No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lc 6,43-45). Entre otros frutos vimos la gasificación de los discapacitados después de su marcha a La Paz, el secuestro de la IX Marcha Indígena en Chaparina, y la colonización de la Chiquitania autorizando su quema. Trágicamente, el MAS sacó el mal de la maldad de sus líderes e ideólogos. Nadie puede negar que los pueblos indígenas y los pobres de Bolivia han sufrido mucho;

pero el camino hacia la justicia y la paz, no se construye desde el resentimiento, tampoco a partir de ideologías que excluyen a Dios, el Dueño de todo y de todos“.

Frente a todo esto, llamamos a todo nuestro pueblo a emprender un auténtico proceso de cambio según la llamada del Papa Francisco, empezando con el corazón, humildemente reconociendo que todos caímos fácilmente en el pecado y el error, y que quienes piensan diferente pueden ampliar nuestros puntos de vista para ver la realidad mejor. Pido al MAS a todos los demás actores políticos, económicos y sociales que se convierten en un Movimiento al Señor que se deje guiar en todas sus determinaciones con la sabiduría y bondad que viene del Cielo. Que todos renuncien el uso de la violencia y del terror, las armas del demonio. Está bien que la Biblia haya vuelto al Palacio Quemada, pero es mu-cho más importante que la Palabra de Dios esté en el corazón de los gobernantes y del soberano que los elige.

“Abran las puertas para que entre una nación justa que se mantiene fiel. Su carácter es firme, y tú la conservas en paz, porque ella confía en ti. Confíen en el Señor para siempre, porque el Señor es una Roca eterna.” (Isaías 26,2-4).

Mons. Robert Flock
Obispo de la Diócesis de San Ignacio de Velasco

14 de noviembre de 2019

[Fuente: Infodecom]