Hoy se celebra a San Fidel de Sigmaringa, Predicador y mártir
Arquidiócesis de Sucre 24.04.18//ACIPRENSA// San Fidel fue un sacerdote capuchino alemán, primer mártir de la Sagrada Congregación de “Propaganda Fide” y reconocido por predicar en Grisones (Suiza) a los seguidores de Ulrico Zuinglio, líder de la Reforma Protestante suiza, a pesar de las amenazas.
Fidel significa: el que es fiel, el que es digno de fe. Nació en 1577 en una pequeña ciudad a orillas del Danubio llamada Sigmaringa, en Alemania. Vivió parte de su vida en su país natal y la otra en Suiza entre 1577 y 1622 (año de su martirio).
Pertenecía a la nobleza y por ello estudió en la prestigiosa Academia Archiducal de Friburgo de Brisgovia. Alcanzó calificaciones sobresalientes, aprendió el latín, francés e italiano, y muy joven consiguió el doctorado en Derecho Civil y Canónico, con el objetivo de defender a los necesitados.
Llevó una vida de penitencia y pronto se dedicó a defender gratuitamente a los pobres que no tenían con qué costearse un defensor, por lo que recibió el calificativo de “abogado de los pobres”.
En aquella ciudad consiguió la conversión de muchos protestantes, a consecuencia de una predicación “elocuente, de buen sentido, concienzuda” como especifican varios biógrafos. Además, la gente se quedó admirada cuando llegó la peste del cólera, pues se dedicaba de día y de noche a asistir gratuitamente a todos los enfermos que podía.
Las conversiones numerosas que el santo conseguía a diario se debían, sin duda, tanto a las largas horas de la noche que dedicaba a la oración, como a sus sermones e instrucciones cotidianos.
Alternó la predicación con el cargo de guardián de los conventos de Friburgo, Rheinfelden y Feldkirch. Presidiendo la comunidad de este último fue destinado a la misión de la Alta Rezia en Suiza, donde encontró el martirio.
El 24 de abril del año 1622, cuando dirigía a la comuna suiza de Seewis, fue atacado por un puñado de hombres armados quienes le exigieron que abjurase de su fe católica, pero el santo se negó rotundamente por lo que fue derribado a tierra y acabado a puñaladas.