El Padre y Yo somos uno (Jn.10,30)

Arquidiócesis de Sucre/ 05/Mayo/2020/CEAS//.- Amada Iglesia de Sucre, como Comunidades Educativas del Arzobispado de Sucre (CEAS), con el ánimo de vivir junto a ustedes la honda intención de ser una comunidad universal queremos, con a ustedes, ser este pueblo que escucha la voz de Jesús, que se sabe conocido y amado por Él y que por esta y otras razones del corazón se dispone a seguirlo (Jn.10,27).

¿Qué escuchamos de Jesús que provoca en nosotros esta actitud de seguimiento?. El Evangelio será siempre fuente: “Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano” (Jn.10,28). Una vez más, sí, es convicción nuestra que de la mano de Jesús el temor será vencido y que caminamos a una vida nueva, una vida que se hace y es eternidad.

Agradecidos por esta promesa y la Gracia de hoy poder desarrollar nuestra labor en las Comunidades Educativas del Arzobispado de Sucre, de manera universal (centros educativos de convenio y particulares en todos sus niveles), nuestras autoridades han dispuesto toda una logística que permita ser para los estudiantes este eslabón que cuida nuestra nuestra unidad como comunidades educativas a ejemplo de Jesús y el Padre.

¿Cómo lo estamos haciendo?… El contexto actual ha exigido de parte nuestra el ingreso a un programa de formación en plataformas educativas en línea, trabajado en grupos diferenciados en ritmos pero unificados en objetivos de aprendizaje, de manera tal que nos sea posible dar la talla a las circunstancias de estos tiempos y aquellos que marque Dios (ha de ser conocido que se han iniciado estos procesos aún antes de que el Ministerio de Educación haga público sus convenios para una cualificación docente en estos ámbitos tecnológicos).

“Yo conozco a mis ovejas y las mías me conocen a Mi” (Jn.10,14). Al igual que Jesús cada educador conoce bien la comunidad educativa que le ha sido encomendada; conoce sus fragilidades personales, sus realidades familiares; sus muchas dificultades sean estas económicas, de acceso a redes y otros; entra otras razones estas características personalizan también los procesos de cualificación que se van desarrollando.

Sí nuestro deseo es ser “UNO” así como Jesús y el Padre lo son, expresamos nuestro firme propósito de hacer lo más universal posible nuestra acción; no solo trabajamos hoy por articular una batería de insumos que ayuden a orientar nuestro fin educador y que sea accesible para todos, sino que también animen la cualificación constante de manera personal y comunitaria.

Es nuestro deseo llegar también a quién más lejos se halla, quizá herido, quizá perdido; si hoy acudimos a nuestros estudiantes a través de los medios que la internet nos facilita, no nos quedaremos allí; vendrá el momento en que habiéndonos encontrado (de ser necesario) los tomaremos en brazos, y cuidando un equitativo proceso educativo haremos que nuestras poblaciones educativas sean uno nuevamente, no solo por estar congregados, sino también por que han sido acompañado para que sus aprendizajes permitan las habilidades necesarias para su promoción.

Queremos acudir hoy al compromiso de padres y madres de familia, al de los estudiantes para hacer cada quien su parte en el contexto que nos toca vivir.

Desde luego pedimos sus oraciones para ser capaces de dar la vida en este empeño por ser mejores, por llegar a todos y coadyuvar en un proceso educativo universal en sus objetivos y aprendizajes, pues los amamos. Respetaremos sus contextos y sus ritmos sabemos que juntos superaremos los fieros desafíos que estos tiempos han traído.

Queremos recordar a nuestros educadores y al pueblo de Dios que toda acción educadora ha de tener sentido; No podemos así olvidar que nuestra visión de la sociedad se enfoca en desarrollar procesos educativos en los que la vida se defienda, la dignidad se respete, el dolor se alivie y la alegría se comparta.

Hoy por hoy, estas tres primeras ideas (defender la vida, respetar la dignidad, aliviar el dolor) son un empeño que no puede vivir indiferente a ciertos datos que acompañan el ritmo de nuestra vida. Con dolor compartimos con ustedes algunos de estos:

Al 04 de mayo de 2020 hay en el mundo un aproximado de 14.533.107 abortos; 25.460 muertes por hambre; existen 251.930 personas fallecidas por covid 19; hay 842.764.727 personas con desnutrición y 1.692.759.613 personas con sobre peso (todos los datos tomados el 04/mayo/2020. Fuente: https://www.worldometers.info/es/).

¿Es posible soñar en una “UNIDAD”cuando conocemos estas cifras?. Sabemos que no, por esta razón es que una vez más hemos de sellar nuestro compromiso educativo para vivirlo al estilo de Jesús Buen Pastor.

Queremos , soñamos y trabajamos por un mundo nuevo; hoy sabemos que si hemos de hacerlo ha de ser a través de nuevos medios y nuevas estrategias pero con un mismo objetivo, que en la multiplicidad de dones en diversidad de personas podamos disminuir estas brechas inhumanas que se hacen puente a la muerte antes que la vida en nuestras sociedades.

Trabajemos todos con paciencia y ánimo hasta hacer de los procesos educativos uno solo en sus objetivos y aprendizajes hasta hacernos cada día más humanos. Ser uno como el Padre y el Hijo.