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Gunnar Zapata: “Las cosas pasan por algo”

Si Evo obedecía la voluntad popular y Choquehuanca se presentaba a la presidencia, como sugirió X. Albó, estoy seguro que hubiese MAS en el poder para rato; sin embargo, no fue así y tuvimos la movilización ciudadana más contundente, en la historia oficial de Bolivia.
Si Evo no hubiese impuesto su decisión de ganar en primera vuelta y Cruz, en cumplimiento de ese capricho, no hubiese ordenado parar el TREP, hubiese existido una segunda vuelta, seguramente ganada por Carlos Mesa pero con la mayoría de la Asamblea plurinacional en contra suya, inviabilizando sus proyectos. Hoy, Evo Morales dejó de ser presidente y además, tenemos un concepto diferente de los Millenials y generación Z, cuya iniciativa y persistencia movilizaron al país en general.

Antes del 20-O, no conocía a Camacho. Sabía de la presencia de Pumari pero no con la contundencia, que hoy, le caracteriza. Me di cuenta que, en Cochabamba, aún no reconocemos un líder que encabece la lucha por los intereses departamentales.

Antes del 20-O, no imaginé a la ciudadanía resguardando instituciones policiales. Fui testigo de ello, además del sacrificado rol de las fuerzas del orden.

Antes del 20-O, considerar a una mujer como primera mandataria de la nación, era un rol de interinato ante el viaje del titular. Hoy tenemos una presidenta titular, en un gobierno provisional; también, tenemos una gobernadora.

Después del 20-O, un periodista necesita en sus atuendos de trabajo: casco de seguridad, máscaras antigas y chalecos antibalas. De manera innegable, todos merecen un aumento en su haber básico, puesto que somos testigos de los ultrajes a los que han sido sometidos, por turbas enardecidas.

Anteriormente, las fuerzas de gobiernos de facto acallaron medios. Después del 20-O, agentes sindicalizados, destruyeron antenas, emisoras y saquearon instalaciones. Descubrimos que anteriores autoridades atentaron contra nuestro derecho a la información, al exhibir imágenes de sucesos que no corresponden a las circunstancias a las que se refieren, e inclusive, intentaron evitar la difusión del informe sobre el fraude electoral orquestado. Necesitamos un conjunto de instrumentos que garanticen la libertad de información. Hoy por hoy, canales como TVU UMSA son un referente del buen periodismo, también Bolivia TV tiene un mayor nivel de audiencia; sin embargo, nos damos cuenta que necesitamos medios públicos de Comunicación social, en lugar de instrumentos de propaganda gubernamental.

Lastimosamente, hubo víctimas. Padres que dejan en la orfandad a sus hijos e hijos que dejaron un futuro prometedor. Así es la vida, pasajera y transitoria. Nada es perenne, nada es duradero. Habrá que tenerlos a la memoria, siempre, defendiendo la democracia. Independientemente de los intereses que defendieron, los fallecidos desde el 20-O tuvieron un ideal de democracia que NO se debe ignorar.

Las cosas pasaron por algo. Después de estos conflictos, con todo lo señalado. Se puede cambiar Bolivia, con la FE. Fui testigo de manifestaciones que terminaron en oraciones, claro también, oraciones dichas antes de suceder agresiones; empero, en su mayoría, la ciudadanía se hincó para pedir a Dios por su seguridad, sí al Creador, a quien hemos negado muchas veces, con la palabra o con la actitud. No hablo por todos, solo por mi: este tiempo paso para acercarse a Dios, de una manera diferente. Las cosas pasan por algo, definitivamente.

[Fuente: Infodecom]