Hijo pródigo

Mons. Jesús Pérez: “El escándalo del perdón”

Es curioso, el perdón es un escándalo. El perdón de Jesús se vuelve un escándalo para estos hombres sin misericordia. 

Arquidiócesis de Sucre 02.04.2019//Estamos en el cuarto domingo de cuaresma, ya ha pasado más de la mitad de este tiempo sagrado: tiempo de oración, reflexión a la luz ge la palabra de Dios, de penitencia y de conversión. Desde el miércoles de ceniza se inició una fuerte llamada a la conversión, pues sin ella no habrá cuaresma ni llegaremos a vivir la Pascua. La alegría pascual está condicionada en cada persona a la conversión, de volverse totalmente a Dios. La alegría de la Pascua nace del triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte. Por ello, se exige vivir en amistad y comunión con Cristo, algo que no se puede tener si permanecemos en el pecado. El triunfo de Cristo es nuestro triunfo. La Pascua de Cristo es nuestra Pascua.

La parábola del Padre bueno del evangelista Lucas, que se proclama este cuarto domingo de cuaresma, es una llamada a la conversión. La parábola habla principalmente de la bondad del Padre. En el centro de ella está Dios que es padre y padre bueno. Tradicionalmente se viene llamando la parábola del Hijo pródigo. Esto nos lleva a ver a aquel joven que abandona su casa, despilfarra sus bienes… Es una buena imagen de la persona que vive en el pecado. La sorpresa está en el desenlace, en la reacción del padre ante el retorno del hijo. La parábola habla principalmente de Dios. Sin duda que nosotros le hubiéramos puesto otro final a la historia. Como siempre, el evangelio nos sorprende. ¿Qué hace el padre al ver venir al hijo? El padre lo estaba esperando, por eso corre al encuentro. El discurso que había preparado para disculparse ante su padre fue innecesario. Así es nuestro Padre Dios.

La ocasión se la brindan a Jesús los fariseos y letrados que se escandalizan y murmuran de porque el acogía a los publicanos y pecadores y comía con ellos. La lección, por tanto, va para esas personas que no tienen misericordia, esta parábola y las otras que san Lucas en este capítulo 15, nos da, es porque le decían: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”. Estas palabras parecerían un elogio agradecido a Jesús, el Maestro bueno. Sin embargo, fueron pronunciadas en son de una crítica de acusación amarga. Es curioso, el perdón es un escándalo. El perdón de Jesús se vuelve un escándalo para estos hombres sin misericordia.

Esta parábola de Jesús, escuchada en medio de la cuaresma, nos debiera hacer pensar con sinceridad en cual de los tres personajes de la parábola se ve reflejado:  El padre aparece como una persona admirable, liberal, abierta. Concede a su hijo un margen de confianza, respeta su libertad y le deja salir de su casa y cuando vuelve, lo recibe con alegría. El hijo pequeño es un inexperto y se lanza a la aventura. Arrepentido por haber actuado muy mal, vuelve con su padre. En el hermano mayor que se desentiende de su hermano y que no quiere hacer fiesta por su vuelta, Jesús retrata la actitud inmisericorde de los fariseos.

Sucre, 31 de marzo de 2019

Fray Jesús Pérez Rodríguez, O.F.M.

Arzobispo emérito de Sucre

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