Capilla Ardiente de Paulovich

No solo columnista. ¿Sabía que Paulovich introdujo los Cursillos de Cristiandad en Bolivia?

Fallece el periodista Paulovich, columnista y ganador del Premio Libertad 2008.

Un laico ejemplar comprometido con su Iglesia.

Alfonso Prudencio Claure comenzó su carrera a principios de los años cincuenta. Fue fundador del diario Presencia junto con Huáscar Cajías y otros ilustres periodistas de la época.

Adiós a Paulovich y a La Noticia de Perfil. La familia de Alfonso Prudencio Claure, columnista de prácticamente todos los periódicos del país en alguna época, confirmó su fallecimiento el pasado domingo 7 de julio.


¿Cómo llegaron los Cursillos de Cristiandad a Bolivia?

En aquellos años sucedió con las personas que asistían a un cursillo, algo parecido a lo que les sucedió a Andrés y Juan cuando le preguntaron a Jesús: “¿Dónde vives?” Él les respondió: “Vengan y lo verán” y después de haber estado una noche con él, al día siguiente salen con un corazón fervoroso y henchido y van a buscar a sus hermanos para decirles: “Lo encontramos”.

Cuando uno va a un Cursillo y pasa tres noches con el Señor, sale pleno de amor y alegría, tarareando las canciones, recordando lo que vivió, enamorado de Jesús, amando a los hermanos y quiere que “todos” tengan la misma experiencia.

Esto mismo le pasó a un boliviano que hizo su cursillo en Madrid donde cursaba estudios de periodismo con una beca del gobierno español por la que, en “agradecimiento”, se casó con una española. Él es Alfonso Prudencio Claure bien conocido por “Paulovich”. El trajo a Bolivia los cursillos desde España cuando regresó al país.

Quiso que nosotros también tuviésemos la misma experiencia que él había tenido en España, que conociésemos lo que él conoció y viviésemos lo que el mismo vivió. Y se dedicó, sin pensar quizás en las dificultades del inicio de una obra que el “equipo”, la logística, el costo, el lugar, etc. a preparar y dirigir los primeros cursillos en Bolivia. El fue el primer “rector” que tuvimos.

Alfonso Prudencio Claure es el puente entre los cursillos de España y Bolivia. Fue él quien introdujo Cursillos a nuestro país.

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Fragmento del Libro:

“Apuntes para la historia del Movimiento de Cursillo de Cristiandad en Bolivia”


(Correo del Sur) Paulovich nació en La Paz el 27 de agosto de 1927. En 1958 ganó una beca de estudios en periodismo para especializarse en España. Estudió periodismo en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, donde se casó con la española Pilar Guerrero Rodríguez, con quien tuvo cuatro hijos.

En el blog La Noticia de Perfil destaca que fue miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua, Premio Nacional de Periodismo en 1999 y Premio Libertad 2008 otorgado por la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).

Paulovich, que este año iba a cumplir 92 años, comenzó su carrera periodística a principios de los años ’50. “Junto con Huáscar Cajías y otros ilustres periodistas de la época, fue uno de los fundadores del semanario Presencia. Un día, Cajías le dijo que la prensa pecaba por su seriedad y que debía haber una columna de humor. Antes, Prudencio había escrito columnas románticas y otras de alto contenido religioso”, agrega en su blog.

Así surgió La Noticia de Perfil bajo el seudónimo PaVlovich, si con “v”, que con el tiempo se convirtió en PaUlovich, “también conocido como Paulino Huanca en tiempos del proceso de cambio”.


Mauricio Aira recuerda la Dimensión humana de Paulovich

(Paulovich)

Será difícil olvidar la Columna de Perfil de Alfonso Prudencio que se ha publicado durante más de medio siglo. Sus personajes típicos, únicos que le dieron vida a los textos y a los que nos tuvo acostumbrados, así como los escenarios tanto en La Paz, Cochabamba, El Alto en cada uno con sus propios protagonistas. Lo recordaremos para siempre jamás por el valor que tuvo de decir las cosas más serias, más duras aunque en un lenguaje humorístico que nunca llegó a la ofensa, pero sí invitó a la reflexión, al arrepentimiento, a la enmienda. Qué gobernante de presidentes para abajo, no se honró de tenerlo a la mesa y de gustar de sus bromas, siempre cargadas de humor y de la alegría cristiana que respiró a cada instante.

Acude a la memoria nuestro primer encuentro en la casa de Acción Católica, la vieja Nunciatura de Sopocachi en cuyo sótano funcionaba Presencia, entonces modesto semanario, al que Paulo se incorporó no bien llegado de España, recién casado que tenía por vivienda dicha “mansión” en que fuimos hospedados los “jecistas” líderes de la Juventud Estudiantil Católica de todo el país y donde compartimos con Paulo y Pilar “el pan nuestro de cada día”, que con solicitud fraternal servían a nuestra mesa. Paulo apenas empezaba a ser conocido, lo fue más al convertirse Presencia en diario de la mañana y con el andar del tiempo en uno de los más importantes del país comandado por el inolvidables Huáscar Cajías, maestro de honestidad y valentía para llamar a las cosas por su nombre.

Además de escribir su columna Paulo era el principal animador del diario católico, por temporadas compartió la jefatura de redacción con Jaime Humérez, Carlos Andrade, Alberto Bailey, Juan Quiroz, incursionó en política junto a Remo D`Natale, Benjamín Miguel, Luis Ossio y fue elegido diputado, y diplomático aunque por cortos períodos, donde sí permaneció más tiempo en los Cursillos de Cristiandad primero como “rollista” y luego como “rector”.

Ocurrió en Mallorca por los años de la postguerra que los cursillos surgieron como un vigoroso movimiento espiritual dentro del catolicismo. El obispo Bonnín quedó impresionado de los resultados de la práctica y los promovió en persona cobrando notoriedad en poco tiempo, nada extraño entonces que la pareja Prudencio resultada incorporada a los cursillos que poco tiempo después eran transplantados a Bolivia para cristianizar los ambientes, reclutando primero a la dirigencia católica militante, luego a profesionales, políticos, policías y militares confiriéndole sin temor a equivocarme un “aggiornamento” fresco a la espiritualidad boliviana. Armando Gutiérrez apoyó tanto el emprendimiento de Presencia, como de los Cursillos de Cristiandad, pronto teníamos inspirados “rollistas” conferencista como Cabrerizo, Rojas Tardío, Bracamonte, Bustamante, Gregoriú que a su vez organizaron nuevos grupos que se fueron extendiendo por toda Bolivia. La tarea de conversión, captura de los corazones, inspiración del Espíritu Santo y dotar a los concurrentes de la voluntad de servicio al próximo y la Iglesia cobraba fuerza y fueron los esposos Prudencio Claure que se prodigaban ahora en ambientes juveniles, laborales y llegaron a las minas, en Siglo XX tuve ocasión de participar de ellos por vez primera siendo rector Jorge Rojas Tardío y rollistas Alfonso, Eduardo Bracamonte, Velazco y Alarcón.

El método sicopedagógico estaba dando resultados positivos. Varios colabores del Presidente Barrientos, para nombrar un ámbito, como el malogrado Marcelo Galindo, Juan Ayoroa y otros se contaban entre los militantes “de colores” quiere decir en estado de gracia, amistad con Dios para afrontar los retos por la vida y las responsabilidades de Gobierno bajo la visión del catolicismo.

Como actividad post cursillo se presentó “la ultreya” del salir extra o especial, reunión destinada a la integración de los diversos grupos de cursillistas y ponerlos a realizar actividades comunes con testimonios personales y de abierta crítica a los conferenciantes, con una honestidad y sinceridad poco comunes en la vida de la Acción Católica y menos de las organizaciones eclesiásticas, algo así como el sinceramiento de una nueva forma de predicar el Evangelio y de difundir el enjundioso contenido de la vida sacramental. Allí en primera fila, como fundadores del movimiento en Bolivia estuvieron presentes Pilar y Paulo en forma ejemplar, reuniones que transcurrían entre laicos, casi sin sacerdotes, aunque casi siempre terminaban en una Eucaristía animada por ruidosos cánticos de fervorosos creyentes. No siempre en el mismo ámbito que los templos.

Hacer un recuento de los muchos católicos que estaban alejados de Dios y de su Iglesia y que volvieron al redil con verdadera piedad apostólica, sería muy difícil, lo que sí cabe afirmar es que esta dimensión humana y cristiana de Alfonso Prudencio (alias Paulovich) le da pleno sentido a su vocación periodista, habiendo logrado increíbles resultado que no se perciben a simple vista, pero que están ahí como fruto de su integridad, de su personalidad, de su bonhomía.

(Fuente: Infodecom]