Religiosos afectados por COVID: una vida de servicio a los demás hasta el último día
22.07.2020//CENACOM// La iglesia no está exenta del dolor ante la irreparable pérdida de religiosos, sacerdotes, laicos consagrados en Bolivia y la partida de Mons. Eugenio Scarpellini Obispo de el Alto, a causa de la pandemia. Mons. Ricardo Centellas manifiesta que este sufrimiento debe ser considerado como un llamado a la conciencia y medidas de prevención para nuestra salud.
“La pandemia golpea a todos, la Iglesia no esta exenta del dolor, el sufrimiento. Las muertes que han ocurrido tanto en la vida de los religiosos, de los clérigos y en la vida de los Obispos, hay que considerarlo como un llamado a las medidas de prevención, todos tenemos que cuidarnos, ayudarnos y mantener las indicaciones que van en la línea de prevención”. Mons. Ricardo Centellas, Arzobispo de Sucre
Expuestos a la pandemia por su labor, en una vida de servicio a los demás hasta el último día, como el caso de Monseñor Eugenio Scarpellini, Obispo del Alto y Director Nacional de Obras Misionales Pontificias, cumplía 32 años de vida misionera en tierra boliviana, al igual que él, muchos religiosos también plantan cara al coronavirus encargándose del cuidado de quienes más los necesitan, aunque no todos han podido con la enfermedad.
En la mayoría de las diócesis hay sacerdotes contagiados e ingresados por Covid-19 y también casos de sacerdotes en estado de recuperación o que han superado y se encuentran en casa.
Son momentos de unirnos en oración por nuestros pastores quienes continúan en muchos lugares del país, con su misión pastoral acompañando al más necesitado y al pobre en este tiempo de crisis y de lucha. La iglesia sigue “rezando por la erradicación” de la pandemia del coronavirus y “por el alma de todos los que han fallecido”, el personal de salud, policías, militares, personal de limpieza, religiosos, sacerdotes y obispos.